martes, 5 de abril de 2011

El saxofon

El saxofón, también conocido como saxófono o simplemente saxo,[1] es un instrumento musical cónico de la familia de los instrumentos de viento-madera, generalmente hecho de latón que consta de una boquilla con una caña simple al igual que el clarinete. Fue inventado por Adolphe Sax a mitad de los años 1840. El saxofón se asocia comúnmente con la música popular, la música de big band y el jazz. A los intérpretes del instrumento se les llama saxofonistas[2] o saxos.[1]
Es desconocido el origen de la inspiración que le llevó a crear el instrumento, pero la teoría más extendida es que percibiendo las imperfecciones del clarinete, se dedicó a remediarlas y empezó a concebir la idea de construir un instrumento que tuviera la fuerza de uno de metal y las cualidades de uno de madera. Después de un intenso trabajo de pruebas y experimentos sobre modificaciones para lograr una mayor calidad de sonido y resolver algunos de los problemas acústicos del clarinete, Sax consiguió crear lo que después se llamó el saxofón.

Contenido


Boquilla

El saxofón usa una boquilla con una sola caña similar a la del clarinete, aunque es mayor la del saxofón y posee una cámara interior hueca redonda o cuadrada y es más amplia que la del clarinete. La boquilla del saxofón también carece de la ensambladura cubierta por corcho que tiene la boquilla del clarinete porque el tudel del saxofón se inserta directamente en la boquilla mientras que esa parte de la boquilla del clarinete es insertada en la parte superior instrumento. La diferencia más importante entre una boquilla de saxofón y una boquilla de clarinete es que la boquilla de saxofón debería entrar en la boca en un ángulo mucho más inferior o plano que la del clarinete.
Las boquillas están fabricadas en una amplia variedad de materiales, las hay tanto metálicas como no metálicas. Las boquillas no metálicas son normalmente de ebonita, de plástico o de caucho duro, a veces de madera, y raras veces de cristal, de porcelana e incluso hueso. A las boquillas de metal algunos le atribuyen un sonido distintivo, descrito a menudo como "más brillante" que las no metálicas. Algunos músicos creen que las de plástico no producen un buen timbre. Otros saxofonistas, como el profesor Larry Teal, afirman que el material tiene poca repercusión en el sonido, si es que tiene alguna, y que son las dimensiones físicas las que le dan a la boquilla su color tímbrico.[5]
Las boquillas con una cámara cóncava son las más cercanas al diseño original de Adolphe Sax y funcionan muy bien en la interpretación clásica, ya que producen un sonido más suave o menos desgarrador. Por el contrario, en el jazz y la música popular los saxofonistas tocan a menudo con cañas normalmente flojas y con boquillas abiertas. Están adecuadas de manera que el bafle, o "techo", de la misma esté más cercano a la caña, por esa razón se crea un flujo de aire más rápido. Esto produce un sonido más claro que acorta fácilmente las distancias existentes en una big band o entre instrumentos amplificados. Aunque las aberturas grandes, y el sonido resultante, están comúnmente asociadas con las boquillas metálicas, cualquier boquilla puede tener una. De esta manera se permite una mayor flexibilidad en la afinación, dando cabida a efectos como el bending, común en el jazz y el rock. Los intérpretes clásicos por lo general suelen optar por cañas más duras y por una boquilla con una abertura estrecha y un cámara más baja, produciendo un sonido más oscuro y estable (y más aviolinado).

Fuente de texto:wikipedia

 

Fuente:wikipedia

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